viernes, 8 de enero de 2010

O DEBATE SOBRE O FAMOSO "EXAMEN DE ESTADO" EN LA NOCHE DE SANTIAGO DE COMPOSTELA


–IV–

Volvendo de novo ao debate sobre o Exame de Estado, lembremos que o deixamos no momento no que o profesor Canellas confesaba:

"Nningún profesor universitario cree en la eficiencia destas pruebas: los ejercicios escritos sobre temas enviados de Madrid, demuestran para vergüenza del profesorado de Enseñanza Media, que los futuros bachilleres saben actualmente menos latín, menos matemáticas, menos redacción y composición que cuando sólo contaban para la preparación de los alumnos con un curso de nociones de Gramática castellana, dos cursos de Latín y cuatro cursos de Matemáticas. Los ejercicios orales sobre llevar a conclusiones similares a las apuntadas para los escritos, demuestran algo peor: que el Bachillerato, evidentemente cargado de asignaturas por la Ley, y encauzado por la sóla preocupación de triunfar a los siete años vista en la Reválida, es un indigesto bagaje que ha hecho olvidar a los alumnos los conocimientos fundamentales de la Enseñanza Primaria en su grado superior, sin haberles servido de instrumento formativo de la personalidad."

Aínda que o ilustre aragonés matizará máis tarde que en absoluto considera que esta proba académica sirva para medir o traballo do profesorado, a súa expresión "para vergüenza del profesorado de Enseñanza Media", ía facer saltar ás páxinas de La Noche a profesores de tan recoñecido prestixio como José Filgueira Valverde. Ao longo de catro extensos artigos, o profesor pontevedrés ofrecería unha ampla visión, non só sobre o artigo do profesor Canellas, senón tamén sobre o propio Bacharelato, o Exame de Estado e o que, dende o seu punto de vista, debería ser a futura Ensinaza Media. No primeiro, "La revisión del actual Bachillerato" (27/VII/1946), con esa elegancia que caracterizou sempreo o seu comportamento social, aceptando as palabras do profesor Canellas como unha invitación ao diálogo sobre a Ensinanza Media, despois de poñer de relevo as principais deficiencias do sistema actual –"la temprana entrada de los alumnos en la Segunda Enseñanza", o sfeito de que sistema "ni fomenta la gradual recepción de las materias ni deja una información elemental completa en el alumno que la abandona en determinado punto del conjunto", "el extraordinario número de asignaturas en cada curso" ("entre diez y trece"), "clases de dos horas semanales, que no permiten la exposición continua y reposada", etc.–, acaba ofrecendo un modelo distinto, como "una improvisada hipótesis, meramente dialéctica"., pero, sen dúbida, cheo de suxerencias e, incluso, de anticipos de futuros proxectos. Segundo a proposta de Filgueira Valverde a Ensinaza Media quedaría organizada do seguinte modo:

"a) Duración de seis años con ingreso a los once. b) División en dos ciclos, ambos de base educativa, con examen intermedio, permitiendo cierta especialización en el segundo, mediante asignaturas voluntarias, pero sin exigir una elección prematura de carrera. c) Reducción a cuatro del número de horas diarias de clase obligatoria en todos los cursos. d) Reducción a cinco o seis del número de asignaturas de cada curso. e) Simultaneidad de asignaturas que se completen y no se neutralicen, y sucesión de las que requieren previas. f) Equilibrado predominio de algunas materias dentro de cada curso, señalado mediante cátedras de clase diaria, que ostenten cierta de la instrucción."

Sistema que incluiría as seguintes probas: ademais do exame xa citado de ingreso na Ensinanaza Media "(aprobación de 1ª Enseñanza superior) aos once anos; o exame , aos quince anos, como final do Bacharelato Elemental e paso ao Bacharelato Superior; o exame final de Bacharelato aos 17 anos; e o "posterior examen de ingreso en la Universidad".

En canto a liberdade de Ensinanza, con tanta firmeza esixida por profesores como o xesuíta P. Gabino, Filgueira Valverde, declarándose partidario da mesma, non dubida en aclarar –"Exámenes y títulos en el Bachillerato", segundo artigo da serie antes citada, (29/7/1946)–:

"Suele partirse de un equívoco planteamiento del problema, confundiendo el derecho a enseñar con la facultad para expedición de certificados oficiales de enseñanza y la colación de títulos estatales."

Aclaración a partir da cal cre oportuno facer algunhas suxerencias "sobre enseñanzas y exámenes". "Existen –escribe o ilustre profesor– tres tipos de enseñanzas: el privado, el colegiado y el oficial." Polo que fai ás probas ou exames, pensa que "como la plena separación de las funciones docente y examinadora es una elocubración insultante para cuantos hacen profesión de enseñar, los Licenciados pertenecientes al cuadro del Colegio Reconocido, deben formar parte, aunque en minoría, del Tribunal que, en un centro, juzgue a los alumnos que de este tipo de enseñanza procedan."

No terceiro artigo, "El actual Examen de Estado" –30/7/1946– presenta o exemplo, perfectamente pormenorizado, do Exame de Estado dun alumno de Ensinanza oficial cunha calificación media de "Sobresaliente" no que, fronte ao punto de vista do Dr. Canellas, se pon claramente de manifesto que o resultado da proba, "Aprobado", de todo inxusto, depende só da falta de atención do Tribunal universitario.

O profesor Filgueira Valverde remata esta incursión no debate sobre o polémico exame de Estado co artigo "Hacia un buen examen de Estado" (31/7/1946). O seu escrito comeza con este breve parágrafo:

"Pedir que se suprima el actual sin dar alguna solución para la situación subsiguiente, que sería todavía más crítica que la actual, o proclamar que debe mantenerse, cerrando los ojos a sus notorios desaciertos, son posiciones extremas cuya crítica no siento la necesidad de acometer."

Despois dunha longa serie de advertencias sobre as acusación de que estaba a facerse merecedor o Exame de Estado, como encomendar "interrogaciones y calificaciones a catedráticos universitarios (...), apartados por unos días de la biblioteca, del archivo, de la clínica o del bufete, para practicar, con propia sorpresa y constantes desaciertos, un servicio de cuya técnica jamás stuvieron la menor idea", ou como o dictado de determinados temas ou orientacións dende o Ministerio de Educación, como "una manifestación de recelo hacia los examinadores" implicando pola contra "confianza en una serie de elemntos subalternos, ajenos al examen y a la profesión de enseñar", o profesor Filgueira Valverde concluía:

Con todo, sexan cales sexan as solucións que se aporten "será inútil que las leyes procuren acercarlas a un ideal de perfección si un auténtico "espíritu educativo" no impregna toda la enseñanza y si el "título" sigue importando más que el "hombre" ."

No hay comentarios:

Publicar un comentario